La inseguridad es uno de los principales motivos de preocupación para vecinas y vecinos de la Comuna 9. Por ese motivo miembros de la Junta Comunal han promovido la realización de encuentros de los comisarios con vecinos y vecinas, para abordar el tema de forma conjunta y comunitaria. Entre los temas que son motivo de inquietud y reclamos se encuentra la presencia de presos en comisarías y otras dependencias policiales que no están preparadas para ello.
En el mes de marzo pasado, ante los numerosos reclamos vecinales sobre hechos delictivos perpetrados principalmente en el barrio de Liniers, los comuneros Lorena Crespo, Juan José Chaves y Alberto Espiño se reunieron con el titular de la Comisaría 9B, Sergio Rodríguez para trabajar coordinadamente sobre la seguridad. A partir de entonces se realizaron, en el Club Liniers, encuentros vecinales con la presencia de comuneros y autoridades policiales en las que se trataron los principales temas de preocupación vecinal.
Algunos de los temas planteados por vecinas y vecinos fueron los asaltos a personas en la vía pública y en sus viviendas, los reiterados robos de medidores de Aysa y Metrogas, la necesidad de más efectivos y móviles policiales y refuerzos de los senderos escolares, además de la importancia de que los vecinos denuncien luego de haber sido víctima de un delito y la preocupación por la presencia de presos en las comisarías que no están preparadas para ello.
“La detención en comisarías, que son lugares no adecuados, pone en riesgo al personal policial, incrementando el peligro de fugas – como ya pasó en otros barrios de la Ciudad de Buenos Aires – y por supuesto, a la población de la comuna. En los tres casos los comisarios se comprometieron a trabajar, disponer y redistribuir personal, aunque todos refieren que los recursos son limitados”, decía al respecto la Comunera Lorena Crespo.
Entre tanto, el Ejecutivo de la Ciudad, informaba una serie de medidas destinadas a paliar la crítica situación de la saturación de las Alcaldías y Comisarías. Entre ellas, la construcción de una Alcaidía Central en la Comuna 8 (Avenida 27 de Febrero y Cámpora), y la instalación de módulos de detención en la 12, de Saavedra, en la 15, de Chacarita; y en la 4D, de Barracas. También, con un plazo de finalización en 2025, se retomarían las obras en el Complejo Penitenciario Federal II de Marcos Paz.
Sin embargo, el problema persiste. En noviembre pasado once detenidos escaparon de la Alcaidía 4 Bis de Barracas y otros dos detenidos del Centro de Contraventores en Pompeya, pocos días después del anuncio de un acuerdo entre Nación y Ciudad para el traspaso del Servicio Penitenciario Federal a la Ciudad, que incluiría la cárcel de Devoto.
En la Navidad pasada se sumaron 17 presos que escaparon por un boquete de la Alcaidía 9, ubicada en Juan B. Justo y Gana, en el barrio de Liniers. A partir de este hecho el Jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, luego de una reunión con el Ministro de Seguridad, Waldo Wolff, tomó la decisión de remover la cúpula policial y al Director de Alcaidías: el jefe y subjefe de la fuerza, Pablo Kisch y Jorge Azzolina, serán reemplazados por el Comisarios generales Diego Casaló y Carla Mangiameli respectivamente.
Según informa el gobierno de la Ciudad, el Fiscal General, Juan Mahiques y la División Unidad Táctica de Intervenciones en Alcaidías (DUTIA) están trabajando para realizar una investigación exhaustiva al interior de la fuerza para determinar responsabilidades y profundizar los controles. En paralelo, los Ministerios de Seguridad de la Ciudad y de la Nación, a través de la Policía Federal, están trabajando mancomunadamente en la búsqueda de los evadidos, de los cuales 7 ya habrían sido recapturados.
