En el marco del Plan Hidráulico, la Ciudad realiza obras de ampliación de la red pluvial. Con el mismo objetivo de evitar inundaciones y anegamientos se realizaron tareas de dragado del arroyo Cildañez.
La Ciudad de Buenos Aires cuenta con una red pluvial de 83 km, con las obras incluidas en el Plan Hidráulico se suman 25 km más. Se trata de los ramales que corren bajo las calles José Martí, Zuviría, Larralde, Ciudad de la Paz y el Reservorio Parque Sarmiento, en las cuencas de los arroyos Maldonado, Vega y Cildáñez.
Entre ellas, se encuentra la construcción de los ramales Martí y Zuviría que forman parte del Plan para la Cuenca del Arroyo Cildañez la que tiene por objeto solucionar los anegamientos sobre Dellepiane y en calles de la zona, como avenida Argentina, cuando hay eventos de lluvia intensa en poco tiempo.
Los trabajos de desagüe de dichas subcuencas del arroyo Cildañez, que afectan a las Comunas 7, 8 y 9, evitan anegamientos en los barrios de Flores, Parque Avellaneda y Villa Lugano. Tienen una extensión proyectada de 3,8 km y benefician a 23.500 vecinos. El monto asignado es de $13.847.286.418,09.
El Ramal Zuviría inicia en la intersección de Zuviría y Oliden y se extiende hasta Zuviría y Avenida De la Salle; y el Ramal Martí II, comienza en Directorio y Quirno, atravesando calles como Tandil, San Pedrito, Lafuente, Primera Junta, Martí y Velázquez, hasta llegar a Mariano Acosta. El sistema utilizado es el de zanja a cielo abierto, con conductos rectangulares de hormigón in situ de dimensiones que varían entre 1,50×1,50 metros y 3,50×3,00 metros. En ambos casos, incluye las bocas de registro, cámaras de empalme y distribución, así como sistemas de captación (sumideros).
Con el mismo objetivo de evitar inundaciones y anegamientos en los barrios que pertenecen a la Cuenca del Cildañez durante la primera mitad de año se realizaron tareas de dragado del arroyo, destinadas a optimizar su capacidad de desagüe.
Este arroyo consta de un tramo entubado, que atraviesa las comunas 7, 8, 9 y 10 de la Ciudad, y de un tramo a cielo abierto, ubicado en su desembocadura en el Riachuelo. El dragado del tramo a cielo abierto, que permitió la extracción de 25.717 m³ de sedimentos, permitió eliminar obstrucciones que afectan el flujo de agua, aumentando la sección útil del arroyo y su caudal. El trabajo se efectuó utilizando una draga para canales de río, con capacidad de 1.000 m³/h, que retiró los sedimentos acumulados en la parte inferior del canal.
Completada la adecuación en el tramo a cielo abierto, la siguiente etapa consiste en la limpieza del tramo entubado, que fue planificada para el segundo semestre del año. La segunda etapa de la obra permitirá optimizar aún más la capacidad de desagüe y mitigar el riesgo de anegamientos en caso de tormentas.