La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, aprobó el 28 de abril pasado la Ley 6533, reconoció como sitio histórico, bar notable y patrimonio cultural de la Ciudad al bar y almacén «Yiyo, el zeneize» de Parque Avellaneda.
Esta ley definitiva, sometida a audiencia pública luego de su luego de su aprobación inicial, declara al bar y almacén de ramos generales, Yiyo el zeneize, de Av. Eva Perón 4402, “sitio histórico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el marco de la Ley N° 1227, art. 4, inc. a)” y “patrimonio cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en la categoría expresiones y manifestaciones intangibles –Ley N° 1227, art. 4, inc. j- a las prácticas y saberes, incluida su carta gastronómica, que se han venido generando”.
Además, encomienda al Órgano de Aplicación de la citada Ley N° 1227, “implementar los medios necesarios para garantizar la preservación de los bienes protegidos por la presente ley” y al Órgano de Aplicación de las leyes N° 35 y N° 5213, “cumplimentar las gestiones tendientes a catalogar al bar y almacén de ramos generales Yiyo, el zeneize como bar notable de la Ciudad de Buenos Aires dentro del Régimen de promoción de cafés, bares, billares y confiterías notables”.
Asimismo, establece que la Legislatura colocará una placa con el texto: “Este lugar es parte del Patrimonio Cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por su valor histórico”
“Yiyo el Zeneize” está ubicado en Av. Eva Perón 4402, en el barrio de Parque Avellaneda. Lo abrió Egidio Zoppi, un inmigrante italiano del Piamonte, que llegó a Buenos aires a principios del siglo XX. Trabajó en la estancia de los Martínez de Hoz, donde lo echaron sin pagarle y luego pasó a otra estancia en Mataderos, donde llegó a ser capataz. Su dueño le ofreció la esquina de campo donde, alrededor de 1920, comenzó a construir su casa y el local que en 1921 comenzó a funcionar como despacho de bebidas y almacén.
En los años 40, Luis y Batista, los hijos de Egidio, tomaron la posta, y le dieron el nombre de Yiyo el zeneize. El lugar guarda memoria de los vecinos que se reunían en encuentros familiares, de amigos o para organizar los reclamos de mejoras barriales. Esta historia se refleja en sus paredes y mostradores llenos de fotos, objetos y documentos, como los bocetos hechos a mano por fileteador Luis Zors.
En 2020, en plena pandemia, fallecieron los hermanos Zoppi, Luis de 91 y Batista de 93 años, hijos de Yiyo. Danilo Wortolec, su bisnieto, se hizo cargo del establecimiento, junto a su tío Omar y otros dos socios que suman su experiencia gastronómica: Maxi Luque y Cristian Díaz.
Hoy, Yiyo el Zeneize encarna esa mezcla de actualidad y trayectoria, de futuro y memoria que sostiene la vida de nuestros barrios.
En la foto el Legislador Javier Andrade, autor del proyecto, la comunera Lorena Crespo, impulsora de la iniciativa, Danilo Wortelec y Cristian Díaz – familiares de Yiyo, hoy a cargo del bar -, y el arquitecto Fabio Oliva, vecino de Parque Avellaneda, quien trabaja en la preservación patrimonial desde la participación vecinal.