En la imagen, el cuadro “Club Atlético Nueva Chicago” de Antonio Berni, un óleo de 184,8 x 300,4 cm, pintado en 1937. Así imaginó el artista a los pibes del barrio que crearon en 1911, al emblemático club de Mataderos. La obra se encuentra actualmente en Museo MOMA de Nueva York, que la compró en 1942
Muchos clubes fueron creados durante la primera mitad del siglo XX, la mayoría en los primeros 30 años. Eran clubes de barrio porque el barrio era el espacio donde se desplegaba la vida cotidiana, donde se vivía, se trabajaba y se producía encuentro entre vecinos, el entretenimiento y la diversión. El futbol y el boxeo eran los deportes preferidos por los jóvenes.
Entre los clubes de futbol, en Mataderos, se encontraban: Club Atlético Cafayate, Sol de Tafí, La Academia, Albión de Tellier, Los Rojos, Sol Argentino, Las 4 efes, Señora me da la pelota, Cildañez, Federal Porteño, River Juniors, Olizarro F.C. y Club Atlético Unión. El único que jugó en las ligas oficiales y subsiste hasta hoy es el Club Atlético Nueva Chicago.
Dice la historia oral que un 1 de julio de 1911, un grupo de jóvenes vecinos de barrio, que estaban sobre el puente de madera de Francisco Bilbao y San Fernando (hoy Lisandro de la Torre), debajo del cual corría el arroyo Cildañez, creó el “Football Club Los Unidos de Nueva Chicago”.
Hoy en día, no es sólo un club de futbol. En su estadio y en el Polideportivo de Lisandro de la Torre y Directorio se desarrollan diversas actividades culturales y deportivas, como futsal, gimnasia artística, danza, hockey, básquet, vóley, fútbol femenino, boxeo, handball, baby fútbol, karate, muay thai, kick boxing, patín, natación, tenis, skate, rollers, entre otros. Además se ofrece a la comunidad una biblioteca y diferentes talleres recreativos.
Una larga historia de trabajo y de esfuerzo, de triunfos y derrotas, de festejos y decepciones, de alegrías y tristezas, pero siempre ligada su barrio, Mataderos.