El Gobierno de la Ciudad difundió información sobre la compactación de más de 2.800 autos que estaban abandonados en las calles. Este proceso se realiza en el predio que ocupaba el Mercado de Hacienda en Mataderos.
La presencia de autos abandonados en la vía pública es una de las denuncias principales de los vecinos al BOTI y al 147. Para retirar un vehículo abandonado, la Ciudad actúa de oficio o a través de las solicitudes que ingresan los vecinos. El procedimiento para notificar la presencia de un auto abandonado se puede realizar a través del celular ingresando a la aplicación BA 147 o conversando con BOTI (11–5050–0147), el chat de la Ciudad. El sistema le pedirá subir dos fotos mostrando el estado y la patente en caso de que la tenga.
Luego, un inspector de la Comuna se acerca y labra un acta constatando la infracción y adhiere un cartel que informa al dueño que debe retirar el auto de la vía pública o ponerlo en condiciones en un plazo de 10 días, como marca la Ley 342/2000. Cumplido ese tiempo, se hace una segunda intimación para que en el término de 15 días retire la unidad o sus partes. En caso de no obtener una respuesta dentro de ese plazo, se remueve.
El Gobierno porteño retira más de 250 vehículos por mes en el marco del Programa de Descontaminación, Compactación y Disposición Final de Automotores (PROCOM) de la Ciudad. En lo que va del año, la Ciudad compactó 2.811 vehículos y en los últimos dos años, se recuperaron más de 5 millones de kilos de chatarra.
El PROCOM levanta los vehículos y los dispone, hasta su desguace, en el predio que ocupaba el Mercado de Hacienda en Mataderos, ubicado entre las Avenidas Lisandro de la Torre, Eva Perón, Larrazábal y el deslinde con el Polideportivo y el Parque Alberdi. La descontaminación del vehículo es un paso previo importante e implica la quita de todos los líquidos contaminantes, baterías y equipo de gas, que son residuos peligrosos.
Una vez compactado en la planta de Mataderos, se entrega a la compañía siderúrgica productora de aceros Acindar, que hace la fundición del “material ferroso”. La empresa se hace cargo del proceso y da un 5% del valor a la Ciudad y un 2% a una entidad benéfica.
Los autos abandonados son un problema porque se transforman en espacios propicios para que el mosquito del dengue prolifere. También son una amenaza para el ambiente porque tienen baterías y líquidos que pueden contaminar.
Por eso la presencia de gran cantidad de vehículos en el predio motiva la preocupación de vecinas y vecinos de Mataderos, quienes mantenían la expectativa de la desocupación del inmueble y su puesta en valor mediante el desarrollo de un proyecto urbanístico integral, que contemplara las necesidades barriales.
Recogiendo estas inquietudes la Junta Comunal 9 ha insistido ante el ejecutivo de la ciudad sobre la necesidad de desratizar, descacharrar y fumigar el predio y áreas circundantes, para mejorar la higiene y la salud pública, reforzando el pedido elevado al Ministerio de Seguridad por vecinas y vecinos.