El Complejo Teatral de Buenos Aires informa que a partir del sábado 9 de septiembre volverá a escena Burguesa, pieza escrita por Alfredo Allende y dirigida por Sebastián Bauzá, en el Cine Teatro El Plata (Av. Juan Bautista Alberdi 5765), luego de su exitoso ciclo en el Teatro Sarmiento durante el pasado mes de mayo.
Burguesa cuenta con la actuación de Merceditas Elordi, Patricio Paz, Bianca Vicari y Juan Pablo Carrasco. El asesoramiento actoral es de Facundo Altonaga, el diseño de pinturas es de Gonzalo Palavecino, la supervisión en clown es de Julieta Carrera, el diseño coreográfico es de Carolina Borca, el diseño de iluminación de Claudio Del Bianco, el diseño de vestuario de Alejandra Robotti, y el diseño de escenografía de Magalí Acha (con Florencia Tutusaus como diseñadora asociada).
Las funciones tendrán lugar los sábados y domingos a las 17 horas, con una duración de 85 minutos. El valor de las localidades es de $ 3.500 (platea) y $ 2.500 (Pullman). Última función: domingo 15 de octubre.
La presentación de la obra señala:
“Año 1966. Una señora de Ramos Mejía que aspira a ascender de clase, se prepara para ser admitida como propietaria en un tradicional country. Toma lecciones de artes, derrocha su dinero en pintura moderna y se codea con supuestos artistas de vanguardia. Pero su devota hija, el mayordomo bailarín y un profesor socialista luchan por convencerla de su falta de linaje. El mundo se ha partido en bloques. Se vive entre opuestos: civilidad o militarismo, hippismo o violencia, libertad sexual o fanatismo religioso. Los límites de la realidad se vuelven borrosos para esta burguesa divorciada vía Paraguay, que en su afán por transmutar se asoma a experiencias como el happening y la alucinación. ¿Por qué será que nos parecemos tanto a esta señora?
Se ha dicho que Molière no es francés sino del mundo. A cuatrocientos años de su nacimiento, sabemos que el teatro se divide en antes y después de Molière. Hoy, artistas y público, seguimos el humor que él trazó: clonamos sus personajes, remachamos sus situaciones, hurgamos en sus réplicas y remates, merodeamos su incorrección. No hay caso, Molière es una fiesta. Nuestra “Burguesa” es una versión femenina de “El burgués gentilhombre” situada en la Argentina del Onganiato, la del huevo de la serpiente, la que ya había dado la espalda a sus organizaciones políticas propiciando un señorío de élites con religión única, aversión por la ciencia y la cultura, reparto de palizas, mordazas y ostracismos. ¿Cómo referirnos en clave cómica a semejante pasado aún latente? Molière nos dio la llave: protagonista libre, la comedia como estructura, la sociedad como humorada. ¡Chapeau!”