La parroquia San Pantaleón cumplió 60 años en Mataderos

C:\Users\Liliana\Desktop\Revista\Plazas Mataderos\Cantero Central\Paseo de los vecinos destacados de comuna 9 Ley 5155-14 Alberdi\Cantero Central Padre Luis Cimino\Primera Capilla prefabricada dedicada a San Pantaleón.jpg

Con el lema «Gracias por ser la casa donde late nuestro corazón peregrino«, el fin de semana pasado la Parroquia San Pantaleón celebró con una gran fiesta los sesenta años del Santuario del patrono de los enfermos, médicos, enfermeras y agentes sanitarios, que se encuentra en Monte 6869, en el barrio de Mataderos.

La celebración comenzó en las vísperas de la Fiesta, el viernes 26 de julio, a las 22, con una serenata en honor del santo, fuegos artificiales y murga. Al día siguiente, el templo abrió para la asistencia de los fieles desde las 6 a las 23, con misas a las 7, 8.30, 10, 11.30, 14, 15.30, 17 y 18.30.

A las 11.30, se celebró la misa central, presidida por el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, quien bendijo y saludó a quienes esperaban para entrar en el santuario.

«Este año, la fiesta tiene una importancia especial, ya que celebramos los 60 años de nuestro santuario. Lo hacemos haciendo memoria de nuestra historia, y reconociendo que es casa de puertas abiertas, donde nos encontramos con Dios y el abrazo de los hermanos«, expresa la convocatoria a festejar en el lugar donde anualmente miles de peregrinos piden salud, trabajo y paz.

La construcción del Santuario y el recuerdo del Padre Cimino

En el año 1941, un grupo de inmigrantes italianos formó la Asociación Italiana de Devotos de San Pantaleón cuyo objetivo fue hacer conocer en Buenos Aires a este santo y construyó una imagen del Santo similar a la original de Borgo y de Ravello en Italia, que representa al Santo en el momento del martirio, atado a un tronco de olivo seco, cuyas ramas reverdecen mientras son regadas por su sangre.

Esa imagen fue entronizada en el año 1942 en la Parroquia de San Roque, en Villa Ortúzar. Pero sus devotos sentían que merecía una parroquia enteramente dedicada a él y junto al Padre Luís Cimino, se dedicaron a la tarea de levantar su templo. En Mataderos, en unos terrenos donados por la Municipalidad, con vagones de tranvías en desuso y una casilla prefabricada se levantó una capillita, a la que llegó en abril de 1964, la imagen del Santo médico.

Al tiempo, el Padre Cimino levantó la nueva Capilla. Hacia ella comenzaron a peregrinar miles de personas desde diferentes lugares de la Ciudad y alrededores y hasta del interior del País, por lo que el sacerdote emprendió un nuevo desafío: hacer un Templo más grande que le permitiera recibir a tantos peregrinos.

La piedra fundamental del nuevo templo se colocó en 1980. Pero el padre Cimino no pudo ver la obra completa pues falleció el 16 de mayo de 1983. El Padre Luciano Zurro, recogió la antorcha y llevó a feliz término esa obra. Miles de fieles acuden todos los 27 de julio para celebrar el día del Santo de los médicos y de los enfermos.

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