Escribe Liliana Elguezabal
Frente a la decisión del Gobierno de la Ciudad de construir un Metrobus en las Avenidas Juan Bautista Alberdi y Directorio el Centro Comercial Alberdi organizó el lunes 28 de noviembre, en su Sede de Av. Alberdi 5667 una reunión para debatir esta cuestión. Las exposiciones de los 65 participantes nos permiten reflexionar sobre el costo – beneficio de la ejecución del proyecto.
El proyecto Metrobus Alberdi Directorio implica la construcción de carriles exclusivos en los tramos de Alberdi y Directorio entre las Av. General Paz y San Pedrito, con un tramo de doble mano, en la Av. Juan B. Alberdi, entre Av. Gral. Paz y Escalada, desde allí, un carril mano al centro que circulará por Av. Bruix y Directorio y otro, mano a provincia, por la Av. Alberdi. Este último tramo, denominado “Etapa 1” fue sometido a consulta en Audiencia Pública, convocada por la Agencia de Protección Ambiental, el lunes 7 de noviembre. En ella, el Centro Comercial planteó su inquietud por el impacto negativo de la obra, que además considera innecesaria.
El desarrollo de la reunión
Estuvieron presentes los miembros de la Junta Comunal 9 Ana María Claps, Lorena Crespo, Juan José Chaves y Fabio Pirone, mientras que Hernán Poggi envío un presentante. El Presidente de la Junta se excusó argumentando otro compromiso. Asistieron también los Comuneros Julián Capa (Comuna 7) y Fernando Moya (Comuna 10). La comunera Claps no tomó posición, expresando falta de información suficiente e instó a los vecinos a participar del Consejo Consultivo Comunal. Todos los demás coincidieron en la rotunda oposición a la ejecución de esta obra.
Roberto Gutiérrez, de la Coordinadora En Defensa del Cine El Plata, hizo referencia a la lucha de los vecinos de Mataderos para su reapertura, como ejemplo de que es posible lograr la marcha atrás del Gobierno de la Ciudad con proyectos inconsultos y perjudiciales para el barrio.
Hicieron uso de la palabra comerciantes de la avenida Alberdi, tanto en su tramo en Mataderos como en el sector especializado en materiales de construcción de Parque Avellaneda y vecinos de las comunas involucradas. El sentimiento común fue la desconfianza frente a un proyecto que se evalúa como innecesario, ya que no se presentan en la zona los problemas que dice resolver y que, en cambio, ocasionaría impacto ambiental, urbanístico y económico negativo.
Se cuestionó la definición de proyectos desde un escritorio, sin conocer el territorio, sin respetar las leyes vigentes, ni consultar a los a las Juntas Comunales, sus Consejos Consultivos y a comerciantes, vecinas y vecinos directamente afectados por la obra.
Frente a esto se pidió que el Ejecutivo brinde información completa sobre el proyecto y su fundamentación, y que se busquen formas de diálogo y consenso con todos los actores involucrados para atender sus diferentes necesidades.
El enojo por la insistencia del Gobierno de la Ciudad de seguir adelante con la obra llevó a plantear la necesidad de un plan de lucha que permita la difusión del conflicto más allá del ámbito barrial, con cortes de calle, semaforazos y otras acciones y de instalarlo en los medios de comunicación masivos.
Sobre el cierre de la reunión, sintetizando lo planteado en las exposiciones, el Presidente del Centro Comercial Alberdi, Jorge Elger, insistió en la necesidad de organizarse y realizar acciones de conjunto que permitan visibilizar la situación, hacer notar el descontento de comerciantes y manifestarlo por todos los medios posibles.
El proyecto. La evaluación de los vecinos
Los profesionales que se dedican a la evaluación de proyectos suelen formularse ciertas preguntas que orientan su análisis: ¿Para qué? ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Quién se beneficia? ¿Tiene efectos negativos? ¿Cuál es la relación costo beneficio? Intentaremos aproximarnos a las respuestas a partir de las exposiciones de los participantes de la reunión
¿Para qué? ¿Cuál es el problema que resuelve? Los principales problemas que el proyecto dice resolver no existen en el área de intervención del proyecto. Serían sus objetivos mejorar el flujo de tránsito y, por lo tanto, disminuir los tiempos de viaje de los trabajadores y vecinos en general, que usan el transporte público. Sin embargo, en el tramo involucrado de las avenidas Juan Bautista Alberdi y Directorio, por las que circulan pocas líneas de colectivos, el transito es fluido y no se presentan problemas para la circulación de vehículos, ni siquiera en horas pico.
¿Quién se beneficia? Entre otros beneficios planteados por el Gobierno de la Ciudad para justificar la obra se aduce que habrá más seguridad e iluminación, pero, dicen los vecinos: “pueden instalar más luminarias y reforzar la seguridad sin necesidad de afectar la vida y trabajo de los comercios”. Se invoca además que habrá más accesibilidad para personas mayores y discapacitados, pero las paradas de Metrobus están separadas por 4 cuadras y no por 2, lo que los obligaría a realizar recorridos más largos. Estos beneficios positivos podrían alcanzarse a través de otras acciones, que no tuvieran consecuencias perjudiciales para el entorno. El no poder identificar beneficios para los vecinos genera desconfianza y sospechas sobre quién puede obtener ventajas con su ejecución y de qué tipo.
¿Tiene efectos negativos? Su impacto negativo fue reiteradamente señalado, como lo corroboraría lo sucedido en otros lugares donde se ejecutaron proyectos similares.
Las actividades comerciales de los centros barriales se verían afectadas por la prohibición del estacionamiento, la reducción de aceras en zonas de alto tránsito peatonal y el desplazamiento de los recorridos hacia el centro de la calzada. Estos lugares “se transformarían en zonas de tránsito y no de paseo”. La consecuente disminución de las ventas, además, ocasionaría pérdida de empleos generados por estos comercios.
La limitación del estacionamiento temporal para carga y descarga, restringida a muy pocos espacios, ocasionaría serias dificultades sobre todo en el centro comercial de Mataderos y en el área que concentra la venta de materiales de construcción, sobre la Av. Alberdi.
Sobre la Avenida Directorio, la prohibición del estacionamiento de autos particulares sumados al distanciamiento de las paradas de colectivos dificultará el acceso al Parque Avellaneda (donde se realizan múltiples actividades culturales sobre todo en fines de semana), al CESAC 13, y a las escuelas de la zona.
En todos los casos la prohibición de estacionar sobre las avenidas desplazaría a los vehículos hacia las calles del entorno, afectando con tránsito y ruidos la calidad de vida en zonas que hoy son tranquilas.
Se ocasionaría gran perjuicio ambiental por pérdida de superficie verde y arbolado. Se extraería un número importante de árboles adultos, no reemplazables por ejemplares nuevos
¿Cuál es la relación costo beneficio? No se ha difundido información sobre la inversión que demanda la ejecución de este proyecto, ni contamos con una evaluación integral de sus impactos positivos (que son pocos) ni de los negativos (que son muchos).
Aunque a través de la Legislatura se solicitó al Poder Ejecutivo que informe “fecha para la cual está previsto el inicio de la obra, plan de ejecución, indicando cantidad de etapas y los tramos que se desarrollarán en cada una de ellas, estudio de impacto, resultados del mismo, número de beneficiarios y la fuente de dicha información”, aún no se ha recibido respuesta.
Sin embargo la conclusión es clara: NO ES NECESARIO UN METROBUS. Su construcción ocasionaría un grave perjuicio económico los comercios, con consecuencias en el empleo, afectaría la calidad de vida de los vecinos y el ambiente por pérdida de superficie absorbente y ejemplares del arbolado urbano.