La Legislatura porteña, en su sesión del 22 de agosto, aprobó una solicitud del jefe de Gobierno, Jorge Macri, para obtener financiamiento para obras que busquen “mejorar la circulación peatonal y vehicular entre áreas separadas por barreras urbanas, vías del ferrocarril y autopistas”. Entre ellas se encuentra el paso bajo nivel en la calle Irigoyen, entre Bacacay y Av. Rivadavia, límite entre las Comunas 9 y 10, pero no se incluiría ninguna intervención en el trayecto que atraviesa Liniers.
El parlamento porteño autorizó por ley “al Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Hacienda y Finanzas, a contraer uno o más empréstitos -de forma directa, indirecta o subsidiaria- con la Corporación Andina de Fomento, u otros organismos multilaterales, bilaterales y regionales de crédito, Bancos de Desarrollo, Instituciones Financieras de Fomento de las Exportaciones, Instituciones Financieras Bilaterales de Desarrollo y/o cualquier otra institución financiera local o internacional, y/o con el Estado Nacional.
Se trata de un plan que incluye obras en autopistas, puentes y construcción de pasos bajo nivel y parques colindantes a vías de circulación, que serán ejecutadas por Autopistas Urbanas SA y demandarían un presupuesto de 75 millones de dólares.
En el detalle de obras a realizar con estos recursos figuran “la puesta en valor de la Autopista Parque Dellepiane, el Puente Bosch y los pasos bajo nivel García Lorca, Irigoyen, Marcos Sastre, Empedrado y Peatonal del Fomentista”.
La norma obtuvo 42 votos positivos de los bloques Vamos por Más, Unión por la Patria, UCR-Evolución, Confianza Pública, y 9 votos en contra de bloques de izquierda, la Libertad Avanza y otros.
El paso bajo nivel en la calle Irigoyen
En un encuentro realizado el jueves 13 de junio, vecinas y vecinos manifestaron su preocupación por el impacto de esta obra en su entorno inmediato y la posible afectación de bienes de valor patrimonial ubicados en el interior del predio ferroviario.
La justificación de la obra señala que ésta busca mejorar la conectividad y la seguridad vial de la zona, reducir la contaminación ambiental y sonora, y poner en valor el entorno en general. Pero no hace referencia al posible impacto sobre las infraestructuras, en un sector atravesado por el aliviador del Maldonado, ni sobre su entorno inmediato, en particular sobre el espacio público y las viviendas ubicadas en Irigoyen, la interferencia del túnel con la calle Yerbal y sus consecuencias sobre el tránsito vehicular.
Se suma a esto la poca claridad respecto a la afectación de bienes protegidos como patrimonio por la Ley 626, que cataloga para su protección ambiental y edilicia a edificios y construcciones localizados en los terrenos correspondientes a las playas y talleres del ferrocarril Sarmiento. Al respecto el Arq. Alejandro Ruggiero, vecino de Liniers y gran conocer de este sector de la ciudad y su problemática, recuerda que la audiencia pública por los pasos bajo nivel del Ferrocarril Sarmiento se hizo en el Parque Indoamericano, y coincidió con el momento de la presentación de la propuesta de soterramiento desde el Estado Nacional. Allí el Gobierno de la Ciudad, a cargo del Ing. Macri, proponía pasos provisorios y éste en particular pasaba junto a la USINA y afectaba el plato de giro. Ambos son patrimonio histórico y tienen el máximo nivel de protección.
Las obras en la traza del Ferrocarril Sarmiento en Liniers
El proyecto de construcción de un viaducto del tren Sarmiento consiste en la elevación de las vías entre el puente Fragata Sarmiento (Yerbal al 1300), en Caballito, y la autopista Perito Moreno, en Villa Luro, donde iniciará una pendiente para pasar por debajo de la autopista y continuar por la superficie hasta salir después de la General Paz. Señala el ejecutivo que se prevén pasos a bajo nivel desde la Perito Moreno hasta la Av. General Paz, en los cruces más conflictivos.
Sin embargo no están incluidos entre las obras de pronta ejecución los cruces en el tramo que atraviesa el barrio de Liniers, una zona altamente conflictiva, en la que se encuentran el centro de trasbordo de pasajeros vinculado a la estación Liniers, la Iglesia de San Cayetano y el Estadio Amalfitani del Club Vélez Sarsfield.
Al respecto el Arq. Ruggiero, en una nota publicada por el periódico Cosas de Barrio señala que surge la opción de realizar otros pasos bajo nivel en el cruce de Barragán y en el de Cuzco, de difícil solución dada la problemática ambiental del lugar, ya que en ambos se producen anegamientos cada vez que llueve. Además, el cruce de Barragán requeriría una gran longitud, para atravesar ocho vías activas, con el consiguiente riesgo para el cruce peatonal. En el cruce de Cuzco se presenta la dificultad de que por debajo corre el ramal que evacúa el agua de lluvia hacia el Maldonado, además, de la importante concurrencia de personas al templo de San Cayetano.
Los cambios sobre el tratamiento de la traza del ferrocarril también implican cambios en los posibles proyectos de desarrollo de los predios desafectados por usos ferroviarios, poniendo nuevamente en cuestión sus características urbanísticas de los posibles emprendimientos inmobiliarios y su impacto.
Vecinas y vecinos de Liniers continúan esperando, y reclamando, respuestas sobre el futuro de un sector que más allá de su complejidad funcional y su rol urbano como área de trasbordo, es el centro comercial local, casco histórico y espacio altamente significativo para la identidad barrial.
