Escribe Liliana Elguezabal
Luego de la aprobación en primera lectura de las modificaciones al Código Urbanístico, la Legislatura de la Ciudad convocó a las Juntas Comunales, Consejos Consultivos, vecinas y vecinos para tratar el proyecto a escala barrial, previo a la realización de la Audiencia Pública el día 6 de noviembre. El martes 5 fue el turno de la Comuna 9.
La falta de información pública que garantizara una genuina participación ciudadana fue uno de los aspectos más criticados sobre el proceso de elaboración de estas modificaciones. Tratando de dar respuesta a esta demanda, la Comisión de Planeamiento Urbano realizó, entre el 18 de octubre y el 5 de noviembre reuniones con vecinas y vecinos, Juntas y Consejos Consultivos de las 15 Comunas que tiene la Ciudad.
En todos los casos, en la primera parte del encuentro, el Secretario de Desarrollo Urbano, Álvaro García Resta, junto a su equipo, presentó los lineamientos generales de la propuesta, fundamentados en la búsqueda de un “desarrollo urbano más equilibrado, que preserve la identidad barrial”, actuando en tres escalas: “A nivel ciudad, impulsando el desarrollo del sur y consolidando la zona norte; a nivel barrial, con el ajuste de alturas priorizando las escalas barriales y resguardando el patrimonio; a nivel manzana, ajustando pisadas y alturas, principalmente ampliando el Centro Libre de Manzana en las Unidades de Edificabilidad de Altura Baja”.
El martes 5 tuvo lugar la reunión correspondiente a la Comuna 9. Asistió su presidente, Maximiliano Rodrigo Mosquera Fantoni, los comuneros Juan José Chaves, Gisela Soledad Aulita, Lorena Analía Crespo, Luis Yari Meozzi Diaz, Alexis Quimey Miranda y Alberto Rodolfo Espiño, junto a Gabriela Pombar y Jorge Pasarello, en representación del Consejo Consultivo, vecinas y vecinos.
Las presentaciones de los Miembros de la Junta Comunal
Mosquera Fantoni, quien habló en nombre del bloque de comuneros de Cambiemos, manifestó su expectativa de un impacto positivo de la normativa propuesta en una Comuna de mucha superficie y poca población como la nuestra. Al respecto señaló que la posibilidad de construir mayor cantidad de metros cuadrados, puede atraer a emprendedores que quieran invertir, generando una mayor oferta inmobiliaria, que redundaría en un aumento de la población y de las actividades comerciales y de servicios generadoras de empleo. También hizo referencia al impacto positivo del aumento de la superficie destinada a pulmón de manzana en la calidad de vida de sus habitantes y a la incorporación de un número importante de edificios con valor patrimonial al catálogo de inmuebles protegidos.
Luego hicieron uso de la palabra los miembros de la Junta Comunal del bloque de Unión por la Patria, quienes realizaron exposiciones más enfocadas en las características de la Comuna 9, los rasgos que definen su identidad y las opiniones y propuestas recogidas en diferentes espacios de participación vecinal.
La comunera Lorena Crespo, luego de agradecer la convocatoria a la reunión, propuso que se constituya en una mesa de trabajo permanente. Luego, se refirió principalmente a la identidad barrial., señalando la importancia de reconocer y proteger a los cascos históricos fundacionales los barrios: el Parque Avellaneda, con sus edificios históricos y su entorno; la zona de la estación y los talleres ferroviarios de Liniers; el centro histórico y el predio que ocupaba el Mercado de Hacienda en Mataderos. El primero de ellos, aunque fue muy fuertemente afectado por la autopista, se encuentra protegido por dos leyes fundamentales, la 1153, que lo declara unidad ambiental y de gestión y crea la Mesa de Trabajo y Consenso y la ley 3042 que crea el APH 45 que protege al parque y su entorno. Los otros dos, que además incluyen grandes superficies a desarrollar, tienen normas de protección que resultan insuficientes.
En el barrio de Mataderos, la comunera planteó la necesidad de la ampliación del APH21, incluyendo las 32 Has que ocupaba el Mercado y su entorno. En éste preocupa el impacto de la edificación en altura sobre todas las avenidas de borde y sobre la Avenida de los Corrales que dejaría a los edificios históricos protegidos como puntos aislados entre otros de mayor altura. También en los espacios internos (USAM) se pide bajar la altura permitida para preserva el característico tejido de casas bajas y talleres. Además expresó preocupación por la desafectación de los usos industriales y la transformación de zonas productivas en residenciales, afectando la matriz productiva tradicional.
Otro tema incluido en su exposición fue el desarrollo de edificios en altura sobre la traza del Arroyo Cildañez, desconociendo la presencia subterránea del curso de agua y la existencia del proyecto Biocorredor Cildañez, sostenido por la participación vecinal. También hizo referencia la dotación de servicios y equipamientos que atienda a la población existente y futura y al completamiento de la urbanización de Barrio Cildañez.
El comunero Juan José Chaves, expresó que este espacio de trabajo conjunto con los Gobiernos Comunales debía haber comenzado antes, durante el proceso de elaboración de los proyectos, y continuar en el tiempo para asegurar un intercambio realmente enriquecedor.
Expresó su preocupación por el impacto de la promoción de la edificación en altura sobre la Avenida Juan Bautista Alberdi en Mataderos, propuesta como un área receptora de edificabilidad en el marco del mecanismo de transferencia de Capacidad Constructiva Adicional y sobre el futuro del Predio del Mercado de Hacienda. Hizo referencia al trabajo realizado en el espacio de participación sobre este predio promovido por la AABE en 2023, en el marco del cual se identificaron 16 inmuebles existentes en el interior del predio para ser incorporados como inmuebles protegidos y reclamó al respecto una intervención inmediata ya que su convivencia con la playa de vehículos en desuso que administra el GCBA los pone en riesgo. También se refirió a la necesidad de proteger el Barrio Los Perales tanto en sus aspectos históricos e identitarios como ambientales y a su consideración una unidad conjunta con el predio del Mercado, enmarcados en el APH 21.
Hizo referencia a la importancia del proyecto que propone la incorporación de los gobiernos comunales al Consejo Asesor de Patrimonio y reclamó que se mencione a la Comuna 9 por su nombre, aprobado por votación democrática: Lisandro de la Torre.
El comunero Alberto Espiño, por su parte, se refirió a los principios y objetivos establecidos en el Plan Urbano Ambiental, los que no tendrían su reflejo en el Código Urbanístico, particularmente el criterio de ciudad policéntrica, con un sistema de centros comerciales y de servicios de diferente jerarquía, respetuoso de las identidades locales y barriales. Mencionó particularmente al sector vinculado a la Estación Liniers, las playas ferroviarias y la Iglesia de San Cayetano y su entorno, la calle Cuzco y el barrio Kennedy, caracterizado como un subcentro a escala de Ciudad y articulado con el área metropolitana. Pidió la integración del norte y del sur de Liniers y en la solución a la barrera urbana que implica el tren Sarmiento, a partir de un proyecto de desarrollo integral del predio de los talleres ferroviarios, la ampliación del área de protección histórica existente incorporando los elementos valiosos de su entorno y su gestión a través de una mesa participativa.
Las propuestas del Consejo Consultivo
La presentación, a cargo de Gabriela Pombar y Jorge Pasarello, comenzó señalando el incumplimiento de lo establecido en la Ley de Comunas respecto al rol del Gobierno Comunal y a la participación ciudadana y reclamando que las propuestas y recomendaciones elaboradas en las asambleas de Consejo Consultivo sean atendidas y consideradas por el Gobierno de la Ciudad.
En su exposición Gabriela Pombar, expresó que las modificaciones del Cur fueron planteadas “a las apuradas”, sin ofrecer información suficiente a vecinas y vecinos, y sin que formen parte de una propuesta integral para la Ciudad, basada en un diagnóstico que tenga en cuenta las necesidades actuales y futuras de equipamientos de salud, educación, cultura, y de atención social, ni el impacto sobre los servicios urbanos de saneamiento, provisión de agua y energía.
El Consejo Consultivo coincidió con los comuneros en la necesidad de asegurar la protección integral de los cascos fundacionales de Liniers, Mataderos y Parque Avellaneda y su gestión mediante espacios de genuina participación ciudadana.
En este sentido, explicó que Parque Avellaneda cuenta con el APH 45, que protege al Parque y su entorno, cuya elaboración fue el resultado de un trabajo de siete años promovido por la Mesa de Trabajo y Consenso. Pero hoy se ve amenazado por la fragmentación de sus contenidos y la eliminación de la protección de inmuebles de valor patrimonial, lo que hace necesario revisar la totalidad de las fichas de los inmuebles originalmente incluidos en el catálogo. También reclamó el reconocimiento del Proyecto de Biocorredor Cildañez, considerando a la traza del Cildañez como biocorredor ambiental.
En Mataderos, la Ley 6245 regula el desarrollo del predio que ocupaba el Mercado de Hacienda, mientras que los Edificios de la Administración de los Antiguos Mataderos (la Recova) y algunas otros inmuebles como el Bar Oviedo están protegidos por el APH 21, pero ésta no incluye a otras edificaciones históricas, centenarias que existen dentro del predio, ni a su entorno. Se pide bajar la capacidad edificatoria sobre Av. de los Corrales y al interior de las unidades de sustentabilidad ambiental y que se reconsidere una zonificación que no diferencia la zona de galpones de otras residenciales. También se refirió en particular al impacto de la zonificación sobre el borde de Gral. Paz, que no considera equipamientos especiales como la Escuela de Vialidad, ni el impacto sobre Barrio Naón, por lo que pidió un plan particular elaborado con participación de los actores locales. Además, respecto a la Integración Socio Urbana solicitó la incorporación de Villa Cildañez en el Título 8 Suburbanizaciones.
Finalmente, sobre la transferencia de capacidad edificatoria, reclamó que no se incluya a los dos corredores de Av. Rivadavia y Av. Juan Bautista Alberdi como ejes receptores sin previa consulta y participación.
Jorge Pasarello, también en nombre del Consejo Consultivo, enfatizo en la demora en convocar a las Juntas Comunales y Consejos Consultivos para tratar la temática del Cur. Además remarcó que estas modificaciones se hacen sin la previa actualización del Plan Urbano Ambiental, que dé el marco de una planificación integral, con una propuesta de ciudad futura basada en un diagnóstico que tenga en cuenta las necesidades de los vecinos, la provisión de servicios de agua, cloaca, energía eléctrica, elaborada de manera participativa.
Por otra parte, señaló que, una vez más los legisladores están tratando la Ley de Presupuesto, sin incluir a las Comuna como jurisdicción, tal como lo establece la Ley 1777, sino dependiendo de la Jefatura de Gobierno y solicitó que al menos esto sea tenido en cuenta para la preparación del próximo presupuestos.
“Somos y queremos seguir siendo barrios”. Estas palabras de la comunera Lorena Crespo sintetizan la voluntad de vecinas y vecinos de los barrios de Liniers, Mataderos y Parque Avellaneda defender su forma de vida y su identidad.