Desde el 6 de noviembre, en el salón San Martín de la Legislatura porteña, se desarrolla la Audiencia Pública sobre la Modificación al Código Urbanístico, con formato mixto, presencial o virtual. Debido a la gran cantidad de inscriptos, 1740 personas, las exposiciones se extendieron hasta el 15 de noviembre.
La audiencia es presidida por el diputado Edgardo Alifraco, presidente de la Comisión de Planeamiento Urbano, acompañado de los diputados Paola Vanesa Michielotto, Alejandro Omar Grillo, María Sol Méndez, Manuela Thourte, Pablo Alejandro Donati, Cele Fierro, Francisco Loupias, Juan Pablo Modarelli, Maia Daer, Claudia Neira, María Cecilia Ferrero y Franco Vitali.
En su primera jornada contó con la exposición de los expertos y funcionarios de las juntas comunales.
En representación del Ejecutivo, los funcionarios Álvaro García Resta, Secretario de Desarrollo Urbano; Sandra Tuya, Directora General de Planeamiento Urbano; Aníbal del Olmo, Director General de Antropología Urbana y Marina Vasta, Gerente Operativa en la Dirección General de Interpretación Urbanística expusieron los alcances del proyecto tratado, que fue aprobado en primera lectura el 26 de septiembre.
Álvaro García Resta señaló que entre los lineamientos conceptuales del proyecto de modificación, “esta actualización apela a generar el equilibrio, que se basa en 3 escalas: la escala ciudad, equilibrio norte-sur; la escala barrio o comuna, que se refleja en las planchetas; y, la escala manzana, conformadas por parcelas, que tienen unidades de sustentabilidad, que es lo que permite construir o no en cada parcela”.
Luego, participaron, Bárbara Laura Rossen, responsable de la Dirección General de Derecho de Acceso a la Ciudad de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, los miembros de las Juntas Comunales, entre ellos Silvia Collin, Inés Fornassero y Carlos Alberto Salazar de la Junta Comunal 3; Diego Gonzalo Achile de la Junta Comunal 13; Luciana Grossi de la Junta Comunal 1; María Paz Carreira Griot de la Junta Comunal 14; Pablo Ortiz Maldonado de la Junta Comunal 12; Malena Eva Rotondo y Gastón Ezequiel Fernández de la Junta Comunal 11; Daniela Romero de la Junta Comunal 10; Lorena Analía Crespo de la Junta Comunal ; Elisa Juárez y Julián Cappa de la Junta Comunal 7; Yamila Fuxman de la Junta Comunal 5; María Cristina Geninazzi y Mariano Cuyeu de la Junta Comunal 6; Leonardo Lucchese Di Leva de la Junta Comunal 15; vecinas y vecinos inscriptos.
La Arq. Bárbara Rossen, de la Defensoría del Pueblo, recordó que el Código Urbanístico debe enmarcase en el Plan Urbano Ambiental y señaló que la propuesta del Ejecutivo facilita la ejecución de proyectos aislados que generan disrupciones en el tejido urbano e inequidades. Agregó que “el proyecto no incorpora criterios reales de sustentabilidad, protección ambiental, incremento de espacios verdes públicos ni criterios de evaluación estratégica”, y que no hubo diagnóstico, ni informes técnicos que justifiquen las modificaciones propuestas. Manifestó preocupación por el aumento generalizado de la edificabilidad y las alturas en la ciudad y por la “jerarquizaron algunas avenidas por sobre otras sin justificación, desconociendo que en algunas zonas las avenidas tienen carácter estructurante y otras se asemejan más a entornos barriales”. “En síntesis – expresó- solicitamos que, en el despacho definitivo, ya que es una reforma parcial, solo queden aquellos cambios donde hay pleno consenso entre legisladores, autoridades del Gobierno de la Ciudad y vecinos y vecinas”.
Respecto a la comuna 9, la comunera Lorena Crespo, tal como lo hiciera en las reuniones con los Gobiernos Comunales hizo eje en la identidad barrial y sostuvo que el proyecto del ejecutivo determina la construcción de edificios de mayor altura en prácticamente todas las calles de nuestros tres barrios, lo que pone en riesgo el ambiente, los servicios, pero fundamentalmente las identidades barriales y el estilo de vida de esos barrios de casas bajas. “Quienes vivimos en zonas de casas bajas vemos que esto no beneficia a nuestrxs vecinxs, muy por el contrario, pone en riesgo no sólo la luz del sol, el ambiente, la falta de servicios e infraestructura, sino nuestro estilo de vida: conocer a lxs vecinxs, establecer lazos solidarios, ayudarnos entre nosotrxs, que nuestrxs hijxs no necesiten migrar del barrio” dice la Comunera y enfatiza “¡Bajen las alturas! Queremos seguir siendo barrio”.
Las presentaciones de vecinas y vecinos de la Comuna 9, reflejaron los principales reclamos y propuestas que vienen sosteniendo en diferentes espacios de participación, como el respeto por la identidad barrial y la protección de los tres cascos históricos barriales, el control de alturas en torno a dichos cascos, en particular la ampliación del APH21, incluyendo las 32 Has que ocupaba el Mercado y su entorno y que se retome el anteproyecto participativo realizado con la Agencia de Bienes del Estado en 2023. También la consideración de la traza del arroyo Cildañez para no desarrollar edificación en altura sobre él, la integración del norte y del sur de Liniers a través de un proyecto participativo en playas ferroviarias, la urbanización e integración de Villa Cildañez, una planificación de infraestructura y equipamiento de educación, salud, espacios verdes y otros, que contemple el aumento de la población y que se garanticen espacios genuinos de participación ciudadana.
En particular, el vecino de Parque Avellaneda Fabio Oliva, luego de afirmar “una ciudad sin memoria no tiene futuro” sintetizó las cuestiones fundamentales sostenidas por vecinas y vecinos, relacionando el valor identitario de los cascos históricos barriales, la experiencia de Ley 1153 del año 2003 que instala por primera vez el concepto de Unidad Ambiental y de Gestión y a la primera Mesa de Trabajo y Consenso y la pertenencia de la Comuna a la Cuenca del Arroyo Cildañez.
“Buenos Aires se fundó sobre un territorio conquistado por el genocidio de pueblos originarios. Se expandió eliminando la biodiversidad de 3 ecoregiones, el pastizal, el talar y los montes ribereños y humedales, rectificando y ocultando la traza de los arroyos. Hay que diseñar un Código que recupere la biodiversidad y respete la traza de los arroyos” señaló haciendo eje en la cuestión ambiental. “Cada uno de los barrios tiene un casco fundacional histórico, todos predios de gran escala que dieron inicio al crecimiento, en su entorno, de un modo de vivir en relación directa con esos espacios. La estación Liniers con sus Talleres, el Ex Mercado de Hacienda y el Parque Avellaneda. Núcleos identitarios, con elementos de altísimo valor patrimonial y ambiental”. Y recuperando la experiencia de Parque Avellaneda agregó “Cada uno de esos predios son Unidades Ambientales y de Gestión que por sus características históricas y culturales son, a su vez, Áreas de Protección Histórica. Parque Avellaneda y Liniers ya fueron reconocidos solo falta sumar al Ex Mercado de Hacienda que oculta un Patrimonio único”.
También reclamó que se incluyan en el Código Áreas de Protección Ambiental y que la traza de los Arroyos sea identificada en el Código. “La Comuna 9 es parte de la Cuenca del arroyo Cildáñez. Lo descubrimos – dice Fabio – después de la terrible inundación que se llevó vidas en el Área Metropolitana el 2 de abril del año 2013”. Por eso vecinas y vecinos reclaman la consideración del Proyecto Biocorredor Cildañez, un proyecto interjurisdiccional que desde Cuenca en red, vienen trabajando y que vincula al Ex Mercado de Hacienda, el Parque Avellaneda, Villa Cildáñez, el Parque Indoamericano y la Reserva Lago Lugano como un corredor de plantas nativas y huertas.